Marianella Pantoja

La vida es un viaje. Tu alma te trajo aquí por algo. En este momento del viaje llamado vida, mi ser por fin escuchó e hizo caso al llamado de mi alma para entrenar y compartir mis dones intuitivos, acompañar tu camino. 

Todos tenemos la capacidad de escuchar, de sentir, de crecer, de transformarnos.

Todo empezó en la pandemia. El 2020 fue un despertar colectivo y personal. Personal, pues el diagnóstico de una enfermedad y operación me hizo replantear mi vida, mis relaciones, mis actividades, y la vida en general. Pude darme cuenta lo que realmente importaba, pero no fue fácil, no fue un despertar de la noche a la mañana, fue una transición dura, llena de caídas, de mucho trabajo personal, de ruptura de patrones no saludables, de entendimiento y aceptación de lo que no puedo controlar y de lo que sí.

Me llené de gratitud por esta nueva oportunidad de vivir, de sanar, y así como si la vida  hubiese abierto una puerta con una luz inmensa, llegó a mi vida el tarot en el 2021 para ayudarme a desarrollar aún más mi intuición. En el encierro sané mucho y cuando estuve lista llegó el tarot para compartirlo con los demás en su camino.

Regresar a la presencialidad fue un shock para mi, que ya me había acostumbrado a una rutina tranquila de trabajo online donde podía separar un tiempo de autocuidado cada día. Un tiempo de autocuidado que no me lo daba por la falta de “tiempo”. El regreso al caos de la ciudad me enfermó nuevamente al punto de terminar física y emocionalmente mal. Me tomó un año más decidir emprender este viaje hermoso de guiar a las personas con el tarot, no para predecir, sino para descubrir, entender y despertar. Necesitaba volver a darme ese tiempo de autocuidado que había ganado antes de volver a la presencialidad y tomarme las cosas con calma. 

Soy educadora, actriz, traductora, y ahora sanadora a través del tarot y apartir del 2024 del Reiki. Tal vez siempre lo fui y el caos no me permitió escuchar. Todo llega a tu vida en el momento adecuado. Las etiquetas no me interesan. Soy un ser humano que trata de hacer lo mejor que puede, y eso es lo único que importa. 

Mi signo es cáncer y mi nombre empieza con M. 

M de Madre. Y estoy aquí para acompañarte y nutrir tu camino en el momento en el que te encuentres. 

Estoy aquí para escucharte, estoy aquí para simplemente estar. 

¿Me acompañas en este viaje?


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